Hace diez años, Teh Kaggas lo tenía todo: riquezas, propiedades y un vasto ganado. Su nombre era sinónimo de prosperidad, pero también de codicia para los ojos equivocados. La envidia creció como una sombra, y con el tiempo, atrajo a los hombres que sellarían su destino. Una noche, ladrones irrumpieron en su hogar. Mataron a su familia, robaron sus bienes y falsificaron los derechos de sus tierras, borrando su nombre de toda memoria oficial.

Despojado de todo, Teh vagó entre ruinas y silencios, hasta que el dolor se transformó en propósito. En su búsqueda de redención, robó un artefacto prohibido: un caldero de bolsillo, capaz de destilar un elixir que permitía volver atrás en el tiempo. Pero el poder tenía un límite cruel: solo podía regresar un día.

Desde entonces, vive consumido por una única obsesión: perfeccionar la poción, romper la barrera del tiempo y volver al punto donde todo comenzó…